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La astrobiología, definida como el estudio del origen, evolución, distribución y destino de la vida en el espacio se centra en un objeto de estudio muy particular: los seres vivos. Existen seres vivos con tamaños, colores, texturas, sabores y olores muy variados que en conjunto representamos a toda la vida conocida en el Universo al día de hoy. Aunque variados en apariencia, todos los seres vivos terrestres tenemos características en común como por ejemplo necesitamos contar con agua líquida cerca, requerimos nutrientes, desarrollamos procesos metabólicos basados en reacciones de transformación de compuestos orgánicos, buscamos condiciones ambientales que nos permitan vivir y desarrollarnos adecuadamente, entre otras particularidades.

 

Puede comprenderse que el simple hecho de querer conocer todas las características propias de los seres vivos, es un ejercicio intelectual complejo que requiere del trabajo conjunto de especialistas de diversas disciplinas científicas. Ya no hablemos de querer identificar el origen de todos los seres vivos, los procesos que provocaron el cambio de una vida unicelular a una pluricelular, definir si la vida como la conocemos puede subsistir en algún otro lugar del Universo, el número de estrellas que tiene planetas habitables, etcétera, etcétera. Precisamente una de las bondades de la astrobiología es su carácter multidisciplinario ya que ofrece una especie de escenario en que se puede encontrar a un químico y un astrónomo platicando sobre la composición de las estrellas y el origen de los elementos químicos, o un biólogo y un geólogo poniéndose de acuerdo sobre si un virus es o no una entidad viva.

 

La Sociedad Mexicana de Astrobiología (SOMA), surge en un momento histórico-intelectual en el que era necesario propiciar ese tipo de diálogos entre estudiantes e investigadores de distintas disciplinas científicas, pero interesados todos en el estudio de la vida en la Tierra y en el Universo. Los inicios se remontan al año 2000 cuando un grupo de entusiastas especialistas y divulgadores fundan la Sociedad Mexicana de Ciencias de la Vida en el Espacio. En ese entonces recién se había acuñado el término astrobiología por la Agencia Espacial Norteamericana (NASA). Un par de años más adelante y con el impulso de un también entusiasta grupo de estudiantes se comienzan a desarrollar las primeras actividades en torno a la astrobiología en México: conferencias, talleres, mesas redondas, charlas de divulgación. La Sociedad adquiere su actual conformación en el 2002, registrándose ante notario y definiéndose como una organización autosustentable sin fines de lucro interesada en la promoción del estudio de la vida en el Universo desde el punto de vista científico. Sus objetivos centrales consisten en la promoción de la astrobiología como disciplina científica, en procurar la colaboración entre investigadores nacionales e internacionales, la convivencia científica entre estudiantes e investigadores y la difusión de la astrobiología al público en general.

 

Las principales actividades de SOMA consisten en la organización de la Reunión Bianual y la Escuela Mexicana de Astrobiología.  Se han organizado 8 Reuniones Nacionales en diversas sedes como Ciudad Universitaria, en la Ciudad de México, o en Cuernavaca. Este año la novena Reunión se celebrará en la ciudad de Guadalajara, en Jalisco. Debido al formato tipo congreso de las Reuniones, se pueden escuchar conferencias plenarias de reconocidos especialistas nacionales y extranjeros, líderes en su campo de conocimiento; así como los más recientes avances de los proyectos de investigación desarrollados en México, a través de contribuciones cortas. Los estudiantes asociados a algún grupo de investigación tienen la oportunidad de presentar los avances de sus proyectos y los que aún no pertenecen a algún grupo, tiene la oportunidad de relacionarse con investigadores de primer nivel que gustosos los invitan a sus laboratorios.  La Escuela de Astrobiología en cambio, busca interesar a jóvenes que están próximos a terminar sus estudios de licenciatura o de maestría, a incorporarse en un proyecto de astrobiología. Esto lo promovemos a través de sesiones intensivas de cursos básicos en las principales áreas que sustentan a la astrobiología: astronomía, química, biología, geología; complementados con sesiones de laboratorio y prácticas de campo en algún lugar de interés astrobiológico en México. Para el 2015 estaremos organizando la Tercera Escuela y estamos buscando sede.

 

 

SOMA es miembro de la Red Europea de Asociaciones de Astrobiología (EANA, por sus siglas en inglés) desde el 2011 y asociado internacional del Instituto de Astrobiología de la NASA (NAI, por sus siglas en Inglés) desde el 2012. Sus asociados participan en la organización y como conferencistas en reuniones científicas internacionales como ISSOL, AAS, DPS, COSPAR, EGS y también nacionales como SQM, SGM, SMF, entre otras.

 

 

La generación de materiales de divulgación es un ejercicio muy fructífero entre nuestra comunidad y recientemente estamos impulsando la publicación de un libro que contiene temas centrales en astrobiología escrito en español por especialistas mexicanos.

 

 

Se pueden encontrar más detalles en nuestra página electrónica: www.soma.org.mx

Y si les interesa mantenerse al tanto de nuestras actividades, pueden hacerlo a través de la página misma y a través de nuestras redes sociales: https://www.facebook.com/SociedadMexicanaDeAstrobiologia

 https://twitter.com/somastrobio.

 

 

Por  Sandra Ramírez

 

Sociedad Mexicana de Astrobiología

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