Mi encuentro con Rusia
Breve historia de la Unión Soviética en el Espacio
Por Carmen Felix
La carrera espacial, como se recuerda, fue un periodo de competencia entre Estados Unidos y la Unión Soviética, que duró entre 1955 y 1975. Las dos potencias buscaban demostrar sus capacidades tecnológicas para demostrar superioridad y avances en seguridad nacional. Esta carrera espacial, empujó y logró grandes avances tecnológicos y fue lo que permitió finalmente empezar con la exploración espacial. Lo que se empezó como una carrera de defensa nacional, competencia por poder con fines militares, se ha convertido actualmente en colaboración internacional, exploración espacial y grandes desarrollos científicos.
Los dos personajes principales en la carrera espacial fueron: Sergei Korolev, líder soviético de ingeniería de cohetes espaciales, y Wernher Von Braun, científico alemán quien trabajó en diseño de misiles balísticos durante la segunda guerra mundial, y quien fue llevado después a Estados Unidos en donde se convirtió en el padre de cohetería espacial. En 1955, Estados Unidos hizo público su plan de poner el primer satélite en órbita, y solo cuatro días después, la unión soviética lo imitó. La Unión Soviética se consolidaba como la que iba más adelante en avances tecnológicos, al poner el primer satélite, Sputnik I en órbita y el primer animal en órbita, un perro llamado Laika en 1957, quien murió horas después del lanzamiento debido a sobrecalentamiento de la nave. En 1961, logran enviar al primer hombre al espacio, el piloto soviético, Yuri Gagarin.
Tuve la fortuna de tener como maestro de historia espacial, diseño de cohetes y propulsión, al Dr. Nikolai Tolyarenko, profesor también del Instituto de Aviación de Moscú y antiguo investigador de NPO Energia, compañía desarrolladora de las naves espaciales rusas, Vostok, Soyuz y Progress, y de los componentes rusos para la Estación Espacial Internacional. El Dr. Tolyarenko llego a conocer a Yuri Gagarin, y a Sergei Korolev, mejor conocido como el padre de la astronáutica práctica. Gracias al profesor Tolyarenko, tuve la oportunidad en el 2010, de realizar un viaje a Rusia, el cual estuvo lleno de conocimiento, y donde pude platicar con ingenieros y científicos que actualmente laboran en la empresa que creó el Sputnik I y las naves Soyuz.
Estar en las instalaciones de Energia es una experiencia increíble, no solo por la historia, sino por lo que aún sigue siendo, una empresa dedicada al hardware y naves espaciales. Pude ver y tocar la misma capsula en donde viajo Yuri Gagarin, y apreciar por dentro lo pequeña y robusta que es. Una de las diferencias en hardware ruso y estadounidense, es que los rusos se enfocan en que las cosas se diseñen para funcionar bien, sin importar la estética, mientras que los estadounidenses ponen mucho énfasis en la estética, además de asegurar su correcto funcionamiento. Pude observar los modelos del Sputnik I y los modelos a escala de la estación espacial Salyut. También pude observar la Voskhod-2, nave que viajó al espacio y sirvió para realizar la primera caminata espacial a pesar que tuvo varios problemas. La Voskhod-2 llevaba a bordo a dos cosmonautas, Alexey Leonov y Pavel Belyayev, de los cuales, solo Leonov egresó de la nave para la caminata espacial. Cuenta Leonov, que al finalizar su caminata espacial, se dio cuenta que su traje espacial estaba demasiado tenso y duro, un efecto que normalmente tienen los trajes espaciales con la presión externa, y que no le era posible ingresar de nuevo a través de la escotilla (airlock) de la nave. Sin comunicar nada por radio al centro de control de misión, decidió rápidamente despresurizar un poco su traje para poder ingresar de nuevo a la capsula. Fue una maniobra delicada e inesperada, donde Leonov, tuvo que echar mano de su entrenamiento e instinto para sobrevivir. Un evento de este tipo, fue el que paso hace unos meses durante una caminata espacial afuera de la estación espacial internacional. El traje espacial del astronauta Luca Parmitano, tuvo una fuga de agua la cual comenzó a llenar su casco impidiéndole ver claramente y respirar apropiadamente. Gracias a su entrenamiento, habilidad para reaccionar bajo presión, e instinto de supervivencia, Luca pudo ingresar a tiempo a la estación espacial y evitar ahogarse dentro del mismo casco.
La empresa Energia, también fue la responsable de desarrollar la nave espacial Buran, que era muy similar en funcionamiento y diseño al transbordador espacial estadounidense (Space Shuttle). Se construyeron 5 naves, de las cuales solo una fue lanzada al espacio sin tripulación en 1988. El Buran dio dos vueltas a la tierra y aterrizo exitosamente 3 horas después de su lanzamiento. El programa fue cancelado a inicios de los 90s por cuestiones económicas y la disolución de la Unión Soviética. El Buran era capaz de transportar una carga de 30 toneladas, y se diseñó para una tripulación de 10 cosmonautas. Así como fue de interesante el programa Buran, fue lamentable su cancelación, y triste el ver que una de las naves Buran utilizada para pruebas de sistemas, terminó en un parque temático en Moscu. Al llegar al parque, se pueden ver los detalles ingenieriles de la nave en cada rincón, y se pueden ver las marcas de pruebas en las líneas de sistemas. Actualmente Rusia cuenta con la nave Soyuz, desarrollada en los 60s y en aun en uso. Después de cancelar los vuelos con los transbordadores estadounidenses, la Soyuz es el único medio de acceso de astronautas y cosmonautas a la Estación Espacial Internacional, y de regreso a la tierra.
Visité también el Instituto de Aviación de Moscú, donde me sorprendí por los laboratorios que tuve la oportunidad de ver. Caminando entre motores y piezas de cohetería, me quede fascinada de descubrir un gran aterrizador lunar que nunca fue usado. Desarrollado durante la carrera espacial, el Instituto de Aviación de Moscú, aún tiene en sus laboratorios una autentica pieza que tenía como misión la finalidad de ser enviada a la Luna, pero que después del Apolo 11, y debido a que era muy costoso y del obvio éxito de NASA, esta fue cancelada. En el Instituto también tuve la oportunidad de ver esquemas y modelos a escala de los aterrizadores marcianos que los soviéticos desarrollaron a principios de los años 70s. Cabe destacar que la Unión Soviética fue la primera en llegar al suelo de Marte con el Mars-3, después del primer impacto en Marte con Mars-2. El Mars-3 envió parcialmente, la primer fotografía desde Marte, pero debido a que la comunicación falló momentos después de empezada la transmisión, esta primer foto que muestra lo que se cree es el horizonte marciano, es incompleta y borrosa.
Yuri Gagarin: primer ser humano en viajar al espacio.
Otro de los puntos que visité fue Star City, un área en Rusia que fue creada al principio como una base secreta de las fuerzas aéreas soviéticas, y hoy en día es donde se encuentra el Centro de Entrenamiento de Cosmonautas Yuri Gagarin. En la era soviética, la localización de Star City era altamente confidencial, alejada de cualquier población y resguardada por militares. Hoy en día, muchos de los cosmonautas viven actualmente con sus familias en Star City, y bajo autorización de las autoridades rusas se puede tener acceso. El centro de entrenamiento de cosmonautas está actualmente bajo el mando de Roscosmos, la Agencia Espacial Rusa. Dentro se encuentra un modelo de tamaño real de la estación espacial MIR, usado para entrenamiento de cosmonautas. También tienen un laboratorio bajo el agua, muy parecido al laboratorio de ‘Neutral Buoyancy’ usado por astronautas de NASA. En este laboratorio bajo el agua tienen un módulo de la estación espacial, usado para entrenamiento de Actividades Extra Vehiculares (EVAs) o caminatas espaciales. El centro también cuenta con la cámara centrifuga más grande del mundo, TsF-18, la cual tiene un brazo rotador de 18 metros y puede simular hasta 30Gs. Las cámaras centrifugas son máquinas que giran circularmente una capsula que se encuentra al final de un brazo de metal, esto con el propósito de simular fuerzas gravitatorias o ‘Gs’ sobre un individuo u objeto. En un lanzamiento espacial, los cosmonautas y astronautas llegan a experimentar hasta 3Gs (1g se considera la gravedad de la tierra).
Algo que no se comenta ni se habla mucho, es de la posibilidad paralela que existió de que los programas de viajes espaciales a la Luna, estadounidenses y rusos, se hubieran unido para llegar juntos a la Luna en los 60s. John Logsdon, asesor de Estados Unidos en política espacial y miembro del consejo de NASA, y de quien tuve el honor de ser alumna en Política Espacial, comentaba que lo primero que buscó el presidente Kennedy al llegar a la casa blanca, fue la cooperación con la Unión Soviética, en materia espacial y no la competencia. Tiempo después de que Kennedy anunciara su decisión de enviar al hombre a la luna en 1961, Kennedy se encontró con el líder soviético Nikita Khrushchev en Viena, y le sugirió que Estados Unidos y la Unión Soviética debían de ir juntos a la luna. Khrushchev se negó en un principio, más se dice que después de analizar los costos beneficios de esta colaboración, Khrushchev pensaba en la idea de aceptar la propuesta del presidente Kennedy, al tiempo que Kennedy fue asesinado en 1963. Es interesante preguntarse cómo se hubiera desarrollado la historia si esta opción paralela de cooperación entre la Unión Soviética y Estados Unidos se hubiera llevado acabo.
No fue sino hasta 1975 cuando Estados Unidos y la unión soviética colaboraron para un mismo proyecto espacial: Apollo-Soyuz. En la actualidad la Estación Espacial Internacional es la mejor prueba de colaboración multinacional exitosa, un ejemplo que nos sirve en muchos sentidos como humanidad. Ahora Rusia, sigue desarrollando su industria espacial, próximamente con los planes de lanzar el Modulo Nauka a la Estación Espacial Internacional y que planea substituir al módulo de acoplamiento Pirs, en la primer mitad del 2014.
Vale la pena revisar la historia de Rusia en el sector espacial, ya que es fascinante conocer más sobre la nación que logró poner al primer hombre en el espacio. Aunque en la actualidad no estemos en una carrera espacial, Rusia se encuentra en una posición privilegiada, siendo la única nación con acceso a enviar humanos a la Estación Espacial Internacional, de manera segura y confiable. Mientras tanto, compañías privadas en Estados Unidos buscan regresarle a su país, el poder de llevar personas al espacio, como lo es la compañía Space X, pero esa, es otra historia, la historia del sector espacial privado.