Sabemos de antemano que nuestra bella ciudad de Monterrey sufre de una gran contaminación lumínica, la atmósfera nocturna está invadida de luces de sodio, que hacen en imposible distinguir en su cielo un gran número de estrellas. Si bien nos va, y dependiendo de la temporada, podemos observar unas 20, tal vez 30 estrellas, de la Vía Láctea, ni hablar, es imposible verla desde la ciudad.

En astrofotografía con cámaras de sensores en blanco y negro, bien puede acoplárseles filtros de banda estrella, que tienen la ventaja de proteger el sensor de una contaminación por luz nociva. Estos trabajan en bandas muy estrechas de luz, lo que no permiten que bandas de luz ancha afecten la obtención de datos.

Esta foto de campo muy amplio es el ejemplo de lo que es posible hacer desde nuestra contaminada ciudad.

Es una foto que abarca las zonas de las nebulosas de Norteamérica y el Pelícano, así como una basta región denominada por la estrella Gamma Cygni o Sadr, que es una gigante amarilla aproximadamente unas 65,000 veces el tamaño de nuestro Sol, permite develarnos la gran cantidad de nebulosas de hidrógeno en esa región celeste.

La foto se realizó con una cámara QSI540 a la que se le acopló un lente Nikon de 60 mm de largo focal, todo ello montado sobre una montura Orion Sirius, y se hicieron 12 frames de 15 minutos cada uno, que luego se procesaron en los softwares PixInsight y Photoshop.